El cambio climático es un hecho, las emisiones de carbono generan efectos nocivos en el ecosistema volviendo inestable los fenómenos climatológicos y la biosfera. Una solución para sobrellevar esta problemática es convertir a una ciudad en un centro que genere energía limpia y no aumente el efecto invernadero. Para esto gobiernos del mundo han establecido políticas para convertir urbes en capitales de producción energética renovable.