El uso excesivo de TikTok puede tener un impacto significativo en nuestro cerebro, particularmente en nuestra concentración y procesos cognitivos. Esta popular plataforma ofrece entretenimiento en vídeos de corta duración. Aún así, sus características pueden deteriorar la capacidad mental de recepción de información
TikTok: Una red social propensa a la adicción
La dopamina es la hormona de la felicidad, pero además también la de las adicciones. Al ser uno de los neurotransmisores que fomenta el bienestar, también se relaciona con la sensación de logro y el placer. Alimenta también la búsqueda de gratificación instantánea. Esta satisfacción muchas veces se traduce en el abuso de sustancias, y el desarrollo a adicciones a elementos que nos dan felicidad momentánea, tales como la comida o ver algo que nos gusta. El algoritmo de TikTok se arma a partir de lo que hemos mostrado interés en redes sociales, a partir de eso una serie de vídeos cortos se deslizan en el celular. Felicidad instantánea. Con el paso del tiempo, el cerebro cada vez es menos sensible a los efectos de la dopamina y tiene que estar pidiendo más.
Sociabilización
Otro de los desafíos de esta nueva generación la cual gran parte de su desarrollo cerebral ha sido junto al auge de la redes sociales es también la manera distinta en socializar. Esto también preocupa a lo expertos en el futuro. La capacidad de retener información también se involucra en las aptitudes emocionales de las personas. Una de las mayores problemáticas que ha traído la red social de vídeos es el fomento del contenido instantáneo, donde cada vez se exige menos entendimiento cognitivo y ahondamiento en los datos. Por lo tanto, está formándose una generación que busca lo rápido. Esto también se suma a los problemas emocionales que puede traer gracias a la constante comparativa que crea los cánones de la red social, donde la ansiedad se ha visto marcada como un patrón.