El 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una fecha establecida por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este día tiene como propósito generar conciencia sobre el impacto global del suicidio y promover medidas efectivas para reducir las tasas de mortalidad asociadas a este fenómeno. En Chile, según datos del Ministerio de Salud, la tasa de suicidio en 2021 alcanzó los 10,3 por cada 100.000 habitantes, siendo particularmente preocupante en los jóvenes de entre 15 y 29 años, así como en los adultos mayores de 70 años, quienes presentan las tasas más altas.
Suicidio: Crear conciencia salva vidas
Septiembre ha sido designado como el Mes de la Prevención del Suicidio, un periodo dedicado a reforzar los esfuerzos de sensibilización y prevención. En Chile, diversas organizaciones y entidades gubernamentales realizan campañas de concientización, charlas y talleres para capacitar a la población en la identificación de señales de riesgo y en cómo brindar apoyo a quienes atraviesan situaciones de vulnerabilidad emocional. Entre las principales señales de alerta se encuentran la expresión de sentimientos de desesperanza, aislamiento social, cambios bruscos en el comportamiento y la planificación o intentos de suicidio.
Uno de los pilares fundamentales de la prevención es la intervención temprana y el acceso oportuno a servicios de salud mental. En Chile, se ha impulsado la creación de programas como el Plan Nacional de Prevención del Suicidio 2013-2020, que incluye estrategias como la habilitación de líneas telefónicas de ayuda, capacitaciones para profesionales de la salud y campañas de educación pública.
La prevención del suicidio requiere de un compromiso colectivo, donde se fomente un entorno seguro y comprensivo, y se incentive la búsqueda de ayuda psicológica sin temor a la estigmatización. Cada acción cuenta y puede marcar la diferencia para salvar una vida.