Una vida para entender la vida: Humberto Maturana y su autopoiesis

Humberto Maturana (1928-2021) es, sin duda, uno de los intelectuales chilenos más destacados del último siglo. Maturana revolucionó el como entendemos la vida y los sistemas vivos al desarrollar, junto a Francisco Varela, el concepto de autopoiesis: una teoría que marcó un antes y un después en la biología y que ha resonado profundamente en áreas como la filosofía, la sociología y la psicología.

Nacido en Santiago de Chile, Maturana no terminó susu estudios de medicina en la Universidad de Chile, sin emabrgo, se enamoró profundamente de la biología. Su formación continuó en Harvard y en la Universidad de Londres, donde profundizó en el estudio de los sistemas nerviosos y el cerebro. Pero su verdadera contribución trascendió el ámbito estrictamente biológico.

La autopoiesis: una definición de la vida

En 1972, Maturana publicó el trabajo que introdujo el concepto de autopoiesis, término que en griego significa «auto-creación». Según su propuesta, los seres vivos son sistemas autónomos capaces de generar y mantener su propia organización mediante procesos internos de autorregulación.

En palabras de Maturana, un sistema vivo «es aquel que se produce a sí mismo en una red de interacciones que genera su propia organización». Esto implica que, más allá de su estructura física, lo que define a un organismo es su capacidad de mantenerse como un sistema coherente, adaptándose constantemente a las condiciones del entorno.

La autopoiesis marcó un quiebre epistemológico en la biología al redefinir el concepto de «vida» desde un enfoque sistémico y no meramente mecánico. Esta teoría también fue clave para explorar cómo los sistemas sociales, las organizaciones y hasta la conciencia humana funcionan como redes interdependientes.

Un impacto más allá de la biología

El alcance del concepto de autopoiesis trascendió rápidamente el ámbito científico. En filosofía, fue acogido como una base para repensar la naturaleza del conocimiento y la subjetividad. En sociología, inspiró teorías sobre la dinámica de los sistemas sociales, mientras que en la psicología influyó en la comprensión del aprendizaje y la cognición.

Maturana también se destacó como un crítico de la cultura contemporánea, argumentando que gran parte de los conflictos humanos provienen de un desconocimiento de nuestra propia biología y nuestra tendencia a operar desde patrones de competencia y dominación.

Maturana, el filósofo de la vida

Para Maturana, la autopoiesis no era solo una teoría científica, sino una invitación a reflexionar sobre lo que significa existir y coexistir. Su obra sigue siendo una fuente inagotable de inspiración para quienes buscan entender los misterios de la vida desde una perspectiva integradora y profundamente ética.

El legado de Humberto Maturana nos recuerda que la vida no es solo un fenómeno biológico, sino también un acto constante de creación y relación. En su visión, entendernos como sistemas vivos nos invita a construir un mundo más consciente, colaborativo y respetuoso de nuestra naturaleza interdependiente.

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