Humedales artificiales: una solución ecológica

Los humedales cumplen una importante función en la naturaleza y la vida humana.

El docente de la universidad del Bío Bío, Pedro Cisterna Osorio, está detrás de los humedales artificiales, iniciativa que busca descontaminar los cuerpos de agua y, al mismo tiempo, dar una solución a la población más vulnerable del país: los campamentos.

El 6 de agosto de 2022 se presentó una noticia importante que pasó inadvertida. El diario Concepción publicó una nota titulada “Piloto de humedal artificial busca descontaminar laguna Lo Custodio”, donde se da cuenta de un proyecto que busca descontaminar los cinco cuerpos de agua presentes en el Gran Concepción, partiendo por la laguna Lo Custodio. Inmediatamente me metí a la noticia ya que el tema no me era ajeno.

Efectivamente, se trata de un proyecto del ingeniero químico de la Universidad del Bío Bío, Pedro Cisternas, quien lleva años trabajando con los humedales artificiales. A Pedro lo conocí a través de mi padre, quien es un activo defensor de los derechos medioambientales y las personas. Se conocieron en los ‘80, cuando ambos se desempeñaban como dirigentes estudiantiles en la región.

Con una marcada conciencia social y ambiental, se volvieron a encontrar durante el año 2019, momento en el cual mi padre, Javier del Río, entraba de lleno a la Coordinadora por la defensa del  Andalién y el humedal Rocuant-Andalién. ¿Por qué? La organización quería aprender a limpiar el ecosistema del río y el proyecto de Cisterna es uno de los más prometedores.

“Unas de las medidas que estamos realizando también es la observación de cómo se construyen humedales artificiales que tienen por objetivo limpiar los humedales cuando tienen mucha contaminación y el saneamiento de aguas negras, sobre todo de campamentos, de los cuales hay mucho a lo largo de la cuenca del río Andalién”, comenta Javier al respecto del trabajo en conjunto con Pedro. Asimismo, cabe destacar que del Río es jefe de proyecto de la creación de humedales urbanos en la Universidad del Bío Bío, casa de estudios estatal, el cuál busca ayudar a sanear aguas residuales en campamentos irregulares que no cuentan con sistema de aguas.

Campamentos y acceso al agua

Para poner en contexto, según el último catastro realizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en conjunto con el Centro de Estudios Longitudinales de la Universidad Católica de la Santísima Concepción -entre el año 2021 y 2022- menos del 6 % de los asentamientos irregulares tienen acceso regular a agua potable y saneamiento de residuos. De igual forma, Sebastian Donoso, encargado regional de asentamientos precarios del Servicio de Vivienda y Urbanismo de la región del Bío Bío, comenta que también se está viviendo un incremento en la cantidad de personas que viven en estos lugares en parte por ‘el efecto pandemia, el estallido social y aumento del costo de la vida’, entre otros factores.

Sumergiéndose en los humedales artificiales

Al igual que mi padre, he sido parte activa de la defensa del río Andalién y sus humedales. Las temáticas medioambientales siempre han llamado mi atención puesto que me es imposible sentirme ajeno. Es nuestra realidad y, a pesar de que no pertenecemos a la generación responsable de la debacle que se vive en torno a la aceleración antropogénica -que es resultado de la acción de los humanos- , siento una profunda responsabilidad para hacerle frente. Y así es como he conversado varias veces con el ingeniero detrás del interesante proyecto que es sanear aguas residuales utilizando las herramientas que generó la naturaleza hace miles de años.

“Los humedales, construidos o artificiales son una tecnología muy adecuada y necesaria para resolver el tratamiento de las aguas servidas en aquellas zonas que están lejos o distantes del área territorial de las empresas sanitarias convencionales”, explica Pedro. Agrega que también es una medida de bajo impacto y que tendría un costo estimado muy inferior a otras soluciones. Además, se presenta como una respuesta rápida a una problemática que ya no puede esperar.

Naturaleza, la mejor opción para limpiar

Ahora, ¿cómo funcionan los humedales artificiales? Los humedales, en general, son una fuente importante de conocimiento. No solo albergan a cientos de especies de aves, anfibios, reptiles, mamíferos, insectos y flora alrededor del mundo, sino que también sirven para comprender cómo la naturaleza se limpia a sí misma. Es así cómo Pedro Cisterna, en base a la experiencia de otros proyectos, recalca el valor de estos ecosistemas en el saneamiento de aguas y la eliminación de contaminantes.

Esto se logra a través del uso de bacterias que biodegradan la materia orgánica, eliminando casi completamente los contaminantes orgánicos. Asimismo, en el caso de otros desechos, existen bacterias especializadas que pueden lograr limpiar el agua de, incluso, el microplástico. Seguido de esto, y como el proceso involucra la liberación de CO2, se utilizan plantas como medio para retener el gas. Finalmente, el sol termina de hacer el trabajo. A través de la radiación ultravioleta (rayos UV), se termina de limpiar las aguas negras, haciéndolas útiles para el uso en regadíos y el doméstico -más no el uso potable- en un proceso donde la naturaleza hace el trabajo. 

Finalmente queda esperar a ver si el proyecto en la laguna Lo Custodio encuentra financiamiento -6 millones de pesos- en una idea que los vecinos del sector han valorado bastante. Mientras que Pedro Cisterna sigue trabajando con la Universidad del Bío Bío en la creación de humedales urbanos para ir en ayuda de la gente que vive en campamentos en la Octava Región. 

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