La lucha por los derechos reproductivos ha sido una constante a nivel global, con momentos clave que reflejan el avance y retroceso en distintas regiones. En muchos países, el acceso al aborto ha sido una de las demandas más emblemáticas del movimiento por la igualdad de género. El siglo XX trajo los primeros cambios significativos: la Unión Soviética legalizó el aborto en 1920, marcando un hito en los derechos de las mujeres. Sin embargo, no todos los países siguieron ese camino, y en muchas naciones prevalecieron legislaciones restrictivas durante décadas.
A medida que avanzaba el siglo, movimientos feministas en distintos países lograron poner en el centro del debate público la necesidad de proteger los derechos reproductivos. El fallo Roe vs. Wade en 1973, por ejemplo, fue un catalizador en Estados Unidos y en otros lugares, ya que reconocía el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo, pero también desató una lucha polarizadora que sigue vigente. En América Latina, una región históricamente conservadora en estos temas, países como Uruguay (2012) y México (2021) rompieron con la tradición, despenalizando el aborto y garantizando el acceso a servicios seguros. Colombia siguió este camino en 2022, lo que se considera un avance sin precedentes en la región.
A pesar de estos logros, muchos países aún imponen restricciones severas. Polonia, por ejemplo, ha endurecido sus leyes, limitando drásticamente el acceso al aborto y poniendo en peligro la salud de las mujeres. La lucha por los derechos reproductivos sigue siendo un campo de batalla en el que las mujeres continúan exigiendo control sobre sus cuerpos y decisiones, enfrentando barreras legales, sociales y culturales que desafían su libertad. La historia del aborto refleja una lucha de décadas por la autonomía y la igualdad, una batalla que aún no termina.