El norte de Chile goza de alrededor de 90% de noches despejadas al año, según la página Marca Chile. La posición geográfica privilegiada del país ha permitido utilizar su cielo como gran fuente de conocimiento sobre astronomía.
Las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo son el punto donde se concentra la mayor parte de centros astronómicos del país.
El rol destacado de Chile en astronomía ha permitido atraer a nuestro país a grandes científicos interesados en descubrir los secretos que guardan los cielos chilenos. La zona que se ha convertido en un atractivo natural (y científico) albergará la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional el próximo 2030. Donde se espera lleguen aproximadamente tres mil visitantes.
De igual forma, el incentivo que existe en Chile para el estudio del cielo ha permitido traer hasta esta parte del mundo tecnología de punta y son muchos los jóvenes chilenos que desde la infancia se han visto atraídos por el cielo que cubre a nuestro país.
Se espera que en los próximos años seamos poseedores del 70% de la capacidad astronómica a nivel mundial. Jugando en las grandes ligas de la astronomía mundial. Con la incorporación de el “Telescopio Extremadamente Grande”, el telescopio óptico más grande del mundo, nos consolidaremos como uno de los grandes de la astronomía munial.
Luego de conocer la importacia posición internacional que tiene nuestro país sobre investigaciones de los plantes, las estrellas y galaxias. No es para nada extraño que sean múltiples las investigaciones y descubrimientos que se han hecho en nuestro país.
Chile, ha sabido explotar al máximo uno de sus recursos inagotables, el cielo. Motivando e impulsando la formación e investigación de miles de proyectos de astronomía al año. Echemos un vistazo a la influencia que ha tenido nuestro país respecto a la situación astronómica contemporánea.