Cuando tenía aproximadamente nueve años, mi papá silenciosamente empezaba a padecer hipotiroidismo (una patología que disminuye la función de la glándula de la tiroides). Su glándula tiroidea es regulada por la hipófisis, y bajo sus órdenes realiza su trabajo metabólico, por lo que dificultaría su rutina. El hipotiroidismo, en hombres y mujeres pueden tener algunas diferencias.
Me confesó en un momento ya en mi adultez, que cuando recibió el diagnóstico a los 44 años, quiso ocultarlo de mí y mis hermanos, pero como explica la Dra. Olga Rivero, sus síntomas son muy difíciles de ocultar, al menos físicamente.
“La tiroides es una hormona que está al centro del cuello, regula el metabolismo, temperatura y otros órganos a través de dos hormonas: la T4 libre (que activa la regulación de todo el metabolismo y se convierte en T3) y la T3. En general, la tiroides es llamada por muchos como la glándula maestra. Y cuando no funciona correctamente, puede ocurrir desde su inflamación (tiroiditis), la formación de nódulos en el lugar y cáncer”, me especificó la Dra, Rivero.
Puede existir incluso, que algunas personas desde su nacimiento tengan esta enfermedad, puedan tener un problema directo con la hipófisis. O como en el caso de mi papá: estrés acumulado de años en la policía e historial familiar con la enfermedad.
En retratos de ceremonias de ascenso, quedaron plasmados los síntomas de la enfermedad, en su caso: obesidad, rostro cansado, piel seca y palidez. Muy pequeña para acertar en lo que le ocurría, pero los cambios se notaban.
“El hipotiroidismo en hombres y mujeres, se trata de experimentar muchas ganas de dormir, estar decaído, sin fuerzas y en ocasiones, engordar, ya que el cuerpo no es capaz de sustanciar todo el metabolismo”, me explicó la Dra. Olga Rivero.
Hipotiroidismo: silenciosamente importante
El descubrimiento de esta enfermedad impacta abruptamente en la rutina de mi papá: en ese tiempo era policía, las exigencias físicas y mentales que se necesitan para realizar su trabajo eran demasiado altas. “Las complicaciones de esta patología van variando, si tiene un nivel severo, es hasta posible quedarse dormido parado”, me comentó la Dra. Rivero.
Tal es la importancia de la glándula que, la Asociación Chilena de de Endocrinología y Diabetes afirma que desde el año 2008, cada 25 de mayo se celebra el Día Internacional de la Tiroides. Y es que, según la OMS, este año, 750 millones de personas en el mundo padecen de alguna patología tiroidea, de las cuales un 60% lo desconoce. Lo cual, la realización de este día carga con una importante misión de generarnos conciencia y alentar al diagnóstico temprano.
Justamente, mi papá tuvo un diagnóstico tardío, no sabía la razón de sus síntomas, por lo que su enfermedad se confundió con “baja productividad laboral”. Sus mareos, su pérdida de memoria y lentitud se le asociaba al empleado perezoso y sin ganas de trabajar. De hecho, rescata en un momento donde se desplazaba en una moto por su trabajo, y como su temperatura tiende a bajar, le dio frío y usó la chaqueta de lluvia para acalorarse. Finalmente, fue regañado por su jefe ya que, en su convicción, no había justificación para su uso.
Cómo vivir junto a la patología
Vivir con esta enfermad es complicado. La Dra. me asevera que “el estrés, la falta de yodo de la dieta, algunos medicamentos, y el ambiente son factores que congenian para el desarrollo del hipotiroidismo”. Por lo que, es necesario que podamos tener en cuenta estos factores.
De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud, en Chile casi el 19% de la población tiene hipotiroidismo, que puede llegar a afectar más a mujeres que a hombres. Por otro lado, según lo publicado por el laboratorio Abbott, 1/3 de ellos no sabe que lo padece, y no está en tratamiento.
Para su tratamiento, Medline Plus en su página web, escriben que se trata con un medicamento para reemplazar la hormona, la alimentación rica en yodo según sea necesario, ejercicio y controles médicos. Agregan que, entre 6 a 8 semanas después de comenzar a tomar el medicamento se realiza un análisis de sangre para verificar el nivel de la hormona tiroidea.
Hipotiroidismo en hombres y mujeres: ¿afecta en otras dimensiones a mujeres?
En definitiva, si mi padre tiene esta patología, tengo una predisposición genética de desarrollar el hipotiroidismo. Entonces, ¿de qué forma me puede afectar en el futuro? ¿Es diferente si soy mujer?
“Esta enfermedad no emplea impactos diferentes por su sexo, sin embargo, las mujeres pueden estar más predispuestas a tener tiroiditis Hashimoto”, me expuso la Dra. Rivero. “Se da cuando el sistema inmune ataca erróneamente a las células sanas de la tiroides, provocando la disminución de las células sanas», añadió.
En cifras, cuatro de cada 1.000 mujeres desarrollan esta patología autoinmune. En cambio, la prevalencia de la tiroiditis de Hashimoto en la población masculina, es de uno por cada 1.000 varones, según la revista médica Reproducción Asistida ORG.
Luego de la conversación con la Dra. Rivero, más tarde a partir de una búsqueda previa, me enteré que tener esta enfermedad puede influir en la mujer en su embarazo y fertilidad. Según Reproducción Asistida ORG, al sufrir hipotiroidismo se reduce la producción de óvulos, e irregularidades en el ciclo menstrual. Además, el déficit de hormonas tiroideas conlleva al aumento de los niveles de prolactina, hormona que impide la ovulación en las mujeres no embarazadas cuando está en elevadas concentraciones.
Y, en el caso de que quisiera quedar embarazada, la misma revista afirma que en caso de que “no haya diagnóstico ni tratamiento para el hipotiroidismo, las mujeres embarazadas corren el riesgo de desarrollar hipertensión, tener un parto prematuro y los bebés pueden no alcanzar un desarrollo intelectual completo”.
Finalmente, la Dra. Rivero antes de despedirse me compartió recomendaciones para tener en cuenta para prevenir la enfermedad: “Reducir el estrés laboral o educativo, tener una alimentación sana: comer cochayuyo, mariscos y algas marinas que tienen yodo y evitar alimentos envasados y las grasas trans”.
Por último, en la experiencia de mi papá conviviendo con esta enfermedad, recomienda realizar mucho ejercicio. Pues yo misma he visto que al realizar constantemente ciclismo, regula mucho su metabolismo e incluso, deja de ser necesario consumir la hormona diariamente.
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